miércoles, 7 de septiembre de 2011

Indudablemente...


Hubo un momento que estaba lleno de la palabra “eternidad”, pero nuestros conceptos tan abstractos se rompieron al primer suspiro…

Quisiera no tener que decirte “adiós”, que mi camino ya no quiero, ya no puede, que ya no desea estar junto a ti, pero es inevitable;

Quisiera  abrazarte como siempre y decirte que todo estará bien, que hagamos el amor bajo la lluvia de emociones y amanezcamos juntos, pero esto es inevitable corazón;

Esos labios tuyos ya no son mi delirio, tu ritmo ya no satisface mis abismos, oh amor¡¡ vaya que me duele¡¡¡ vaya que me entristece¡¡ pero cuánto sufrimiento, cuánto vacio debo soportar para saber si esto puede ser un poco funcional???

Aquella noche que te bese todo el cuerpo, que te acaricie completo, confieso que buscaba un camino para continuar, pero ya no fuiste terreno adorado.

No quiero que me reproches mi falta de lagrimas, mi falta de autenticidad, mi falta de amor, prefiero agradezcas mi sinceridad, mi transparencia, tu libertad.

Veo que mis explicaciones salen sobrando a tus conclusiones, asi que prefiero retirarme de tu camino, antes que la costumbre amarre nuestros corazones.

“Eternidad” retumbara en nuestros recuerdos,
“Eternidad” te daré en mis cuentos,
“Eternidad” en mi memoria,
“Eternidad” seremos, amor, y caminaremos con nuestra “eternidad” asquerosamente separados y libres.

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